Devocional – 02 de abril
Devocional
Quinta parte “Siete días de vida”
Por Pastor Oscar Villalta
Mateo 26: 31-32 Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas. Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
Empezando esta narrativa en el capítulo 26 de Mateo nos preparamos para ver cómo Jesús iría a la cruz, a sacrificarse por nosotros, para poder ser perdonados de nuestros pecados y vivir una vida en donde tenemos libre acceso a su presencia. Es difícil entender todo el sufrimiento por el que pasó Jesús, pero es difícil también comprender que esto era una decisión que llevaría libertad y conversión de muchos corazones.
Es por eso que quiero hacer énfasis en lo siguiente: seguir a Jesús no es una emoción, es una decisión, en la que debemos morir a nosotros mismos. Jesús dijo en Mateo 26:42 Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. Él mismo estaba sacrificando su vida por nosotros y como cordero sin pecado, limpio y sin mancha se sacrifico.
El tomar una decisión no implica que podremos permanecer firmes ante cualquier situación sino que por la gracia y el sacrificio que Jesús ya hizo por nosotros somos libres y perdonados. El mismo Jesús también estando durando la prueba se sometió al padre se negó a sí mismo y siendo Dios humanado no tomó parte contra los que se burlaban, lo latigaban, le hicieron juicio o incluso lo traicionaron. Tuvo dominio propio de sus emociones por lo tanto también somos llamados a tener dominio de nuestras emociones ante circunstancias.
Por último el arrepentimiento también es importante que lo consideremos en nuestro caminar como uno de los elementos que nos ayuda a entender que estamos por el camino incorrecto. El arrepentimiento es confesar a Dios nuestras faltas con tristeza y solicitar ayuda a algo que nos es difícil cambiar. Pero a pesar de ser difícil debemos tomar la decisión de cambiar y buscar de Dios con todas nuestras fuerzas para que Él obre en nosotros.
Te invito a orar de esta forma:
Jesús gracias por tu sacrificio, por dar tu vida en la cruz, ayúdame a tener dominio propio y a entender que debo morir a mis deseos, confieso que soy pecador y que necesito tu perdón. Sé que en Ti hay esperanza.
Medita en las siguientes preguntas:
- ¿Qué áreas de mi vida aun no tengo dominio propio?
- ¿Qué significa para mí el sacrificio que Jesús hizo?
- ¿Soy consciente de mi naturaleza de pecado?
- ¿Qué significa negarse a sí mismo?